lunes, junio 18, 2007

EtiquetasYnetiquetas

Siendo políticamente correcta, diré que lo de las etiquetas me marea ya.

En el mundo de la música, actualmente hay tanto manoseo de etiquetas que hasta los propios músicos dudo que sepan qué terreno pisan.

Por poner un ejemplo la mismísima new age actual no es ni por asomo lo que generó en su momento en los 80. El minimalismo, del cual hemos hablado ya, el propio Philip Glass declaró que nació y murió en el 63, pero siguen saliendo músicas minimalistas.

Y ya si nos metemos en temas electrónicos ( con la escuela alemana, la belga, la holandesa...) llega un momento que no sabes si presentas música electrónica dark o industrial o electrónica gótica medieval (que la hay, dicho sea de paso).

En el artículo anterior, paseando por el gótico, no pretendía dar clases a nadie, sólo poner los grupos o solitas que he escuchado actualmente y me han gustado y he ido a sus páginas web para buscar información, la que os puse según los propios músicos.
Para remontarme al renacimiento estoy yo!.
Pero fijate tu, siempre sale alguien que dice ‘uy no, esto no es tal sino tal de tal’.

Esto me hace pensar lo que tantas veces hemos hablado en el chat. ¿Tanta necesidad y concreción del género para qué sirve? ¿Realmente necesitamos saber el género cuando vamos a algún centro comercial a adquirirlo? ¿Existe alguna tienda que coloque cada grupo-compositor en el sitio que corresponde? ¿El vendedor es tan sabio que sabe de todos los géneros y subgéneros que surgen cada día? ¡Porque al vendedor me lo pido para reyes, vamos!.

Tenemos la necesidad de etiquetar las cosas, hasta la música lo más correctamente posible. Perfecto. Pues para los que necesitamos de esa información también exijo mi ‘netiqueta’ de no nombrar los géneros si no lo pone en su web explícitamente, ea. Tampoco los compro si no están en su debida estantería con nombrecito claro y por supuesto que el comprador sepa de lo que hablo cuando lo pido. Puestos a ser serios... ejem!

Etiquetas, ainsss... mi única etiqueta es mi piel, si algo me emociona, me hace sentir o me hace estar atenta hasta el final de una composición es lo que me vale. Las demás etiquetas... me marean. Es más, como dijo alguien, lo que para unos es una cosa, para otros... otra.
Yo con cuatro genéricas me apaño. Disculpen mi ignorancia.

Ya lo dijo aquel famoso que nunca recuerdo el nombre, jó!
La vida sin música etiquetada sería un error... o algo así.

Ah sí! ¡Isaac, lo dijo Isaac¡ por cierto ‘me pido papa’, ¡ea!

Pd. Sin acritud por dior.