V.O.

Alguien me preguntó qué sentía al escuchar 'este tipo de música', puesto que esa persona la encontraba toda igual y no le decía nada. ¿Cómo explicárselo? Lo he estado pensando todo el día y al final, me he puesto un tema, lo he escuchado y he empezado a anotar lo que me sugería.

E voilá!.

La suavidad de los violines sosteniendo una misma nota me indican la tensión de lo que la composición me va a ofrecer. De esa misma nota transcurren a notas más bajas, cargando en mi dosis de profunda tristeza.
Me baila la melodía de una voz triste por paisajes imaginarios, solitarios, donde la esperanza no cabe, donde una campana, lejana, anuncia quizás un cambio. Regresa la tensión en una nota de los violines.

Dos segundos escasos de silencio y tras ellos el rezo en forma de percusión, pregária continuada y apacible que me lava el alma, que me inunda de fuerza y expresión. Ahhh!! bello instante, el sublime guardar del recuerdo, los sonidos inconexos del olvido. Campanas me guían a través de un nuevo camino, sendero con compañía, de nuevo la voz se incorpora para el exorcismo final con toda la instrumentación.

Llega un nuevo día cargado de esperanza. Estallido.

Llega... llega, difuminado en el resplandor.