jueves, marzo 15, 2007

La voz.



¿No os ha pasado alguna vez que vuestra mente se bloquea cuando escuchais por primera vez una canción?
El tema es de Lisa Gerrard y ejerce ese efecto en mi. Profunda, inquietante, nostálgica, elevada, intensa... muy profunda.No desvelaré hasta ésta noche qué tema me ha producido tal estado.
Es como un bloqueo interno, como si mi cuerpo me pidiera estar sólo por el tema que suena, percibir todas las notas y no perderme un sonido. Me quedo mirando a un punto fijo y nada existe, sólo ese tema y yo.
Todo permanece quieto, hasta el tiempo, incluso escribir me cuesta horrores. Y pongo ese tema una y otra vez, disfrutandolo a cada segundo. Me envuelve una nostalgia rara, una quietud interior que ha veces me asusta, un no existir pensamiento alguno. Me dejo acunar por la melodía. Me pide escribir pasados unos minutos.
"La tempestad se ha vuelto calma. Donde antes había nubes ahora luce el sol y una brisa que agradezco. Las olas van muriendo en la arena indicando el final de su viaje, para recular y volver a la esencia.
El horizonte marca mi límite, no veo más allá. La lluvia ha empapado mi cuerpo. Sólo me permito esta quietud, necesaria, nostálgica y me dirijo hacia el centro de mi misma. El horizonte marca el límite.
El sol seca lentamente, y me mantengo de pié ante el para facilitar su tarea. Mientras, mi vista alcanza a ver una barca allá a lo lejos. El aire mece mi pelo. El mar me susurra y mi respiración me da sal.
Cierro los ojos y la paz me envuelve. Nostálgica, agradable, sentida, bendita por el instante de las decisiones.
Es hora de volver a casa.
Doy media vuelta y emprendo mi camino."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay me lo perdí :'(

Anónimo dijo...

Lisa Gerrard me cautivó desde la primera vez que la oí en Dialogos 3...